A la salida de Expo Ran (cada vez me convenzo más de que el Camino de la Orquídea es decisivamente federal, y mejora a medida que uno se aleja de buenos aires y sus habitantes), una mujer de Paraguay tenía un carrito con... Cattleyas y Miltonias! Yo venía de enamorarme de una Cattleya walkeriana alba, y cuando dijo que tenía me abalancé sobre ella. Tiene hojas turgentes y tres brotecitos nuevos (el musgo, para retener la humedad y no secarse)
Había una Phal. de venas fuscias y labio rojo, con su cara de tigresita asiática, y creo que no le importará que le robe algunas flores para ponérmelas en el pelo cuando presente mi libro de color ídem en la Biblioteca Nacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario